Columna “Ida y vuelta”: Consejos virales de expertos sobre Mallorca

Ojalá los expertos en marketing turístico de las Islas Baleares hubieran escuchado al bueno de Goethe. «Los espíritus que llamé, no me libraré de ellos ahora», escribió en su balada «El aprendiz de brujo», y encaja tan proféticamente con el fenómeno de las redes sociales , del que el viejo maestro no podía tener ni idea, que casi roza la magia.

Las islas mediterráneas españolas, especialmente Mallorca , no son precisamente una joya escondida. Turistas abarrotados merodean con cubos de sangría vacíos en playas abarrotadas. Turistas activos recorren en bicicleta en manada las carreteras de montaña. Viajeros independientes alquilan apartamentos a locales. 13,4 millones de personas visitaron Mallorca en 2024, más que nunca. Desde hace varios años, la resistencia se ha ido gestando entre los isleños, ya que la vida cotidiana a veces se les ha vuelto insoportable.

Desafortunadamente, los turistas también traen mucho dinero a la isla. Entonces, ¿qué tal si simplemente lo distribuimos de forma más equitativa?, pensaron los responsables. Seguramente aún había margen de mejora en una o dos bahías y un par de pueblos. Para ello, contrataron a personas cuyos puestos ya reflejaban su capacidad de influencia: influencers se encargaron de difundir estos consejos secretos desconocidos al mundo a través de Instagram, TikTok y otras plataformas de redes sociales.

Bueno, el plan funcionó, aunque más al estilo del aprendiz de brujo. Recordamos: su espíritu servil lo sumergió todo porque, una vez puesto en marcha, no se podía detener. Los consejos del influencer también se viralizaron: frente a una bahía antaño oculta, aunque ciertamente muy idílica, los turistas hicieron cola durante horas en un atasco de coches de alquiler para tomar fotos del mar turquesa bordeado de rocas, #sinfiltro, por supuesto. Llegaban hasta 4.000 personas al día, y la estrecha playa de arena solo tenía espacio para 100.

¿Podríamos haber sabido del efecto multiplicador de las redes sociales? Quizás si hubiéramos investigado en Hallstatt, Austria, en el lago Braies, en el Tirol del Sur, o en la bahía de Maya, Tailandia. Pero como dice el dicho: cada uno tiene su propia experiencia.

Ahora, sin embargo, se dice que la campaña de influencers ha terminado. «Tuvo el efecto contrario al previsto», declaró un portavoz de la autoridad turística al periódico británico The Guardian . Todas las imágenes de la bahía en cuestión han sido eliminadas de los sitios web.

¿Cómo se llama? Bueno, eso es un secreto de ahora en adelante.